En 1876 el ejército norteamericano aceptó someter al modelo Schofield a varias pruebas, y una vez aceptado, varios cuerpos fueron armados con él, con lo cual entró en la categoría de las armas militares. Una de las características sobresalientes de los revólveres de S&W de esa época, aparte de su gran calidad de manufactura, era que, junto con el revólver inglés Webbley, eran los únicos que ofrecían un rápido proceso de carga y descarga gracias a su sistema de cañón basculante, que de un golpe abría el arma por la mitad y extraía automáticamente los cartuchos vacíos dejando expuesta y libre la parte trasera del tambor para colocar los cartuchos nuevos. En los revólveres de otras marcas había que sacar uno por uno los cartuchos usados.A esta pieza en particular se le han cortado 5 cm. de cañón, lo cual ha alterado sensiblemente las bellas líneas de su aspecto original.