A sólo unos años de la caída de Tenochtitlán, llegaron las primeras órdenes religiosas: en 1524 los franciscanos, en 1526 los dominicos, y en 1533 los agustinos.

 

Tenían una gran experiencia como misioneros, y algunos de ellos una espléndida formación universitaria; fueron ellos quienes, mientras evangelizaban a la población indígena, también elaboraron vocabularios y gramáticas de las lenguas autóctonas. En el Colegio de Santiago Tlatelolco, uno de los principales conventos que se construyeron en la ciudad de México, los franciscanos se dieron a la tarea de la educación indígena, en donde impartieron clases de latín, teología, filosofía, retórica, entre otras artes liberales.

 

Otro de los lugares fundamentales en este proceso fue el actual Museo de la Evangelización, Ex Convento de San Miguel Arcángel en Huejotzingo, Puebla, que ofrece al visitante un acercamiento a la historia de la evangelización, además de contar con uno de los pocos retablos del siglo XVI que aún se conservan, realizado por el flamenco Simón Pereyns. Lo puedes ver aquí en la Mediateca INAH.